Título: Tú eres lo que deseo | Autora: Moruena Estríngana
Editorial: Booket | Páginas: 416 | Precio: 7'95€ | Serie: Autoconclusivo
★★★ (3'5 en realidad)
Kennan y
Bell han sido amigos desde la infancia. Su amistad fue siempre
prohibida, marcada por una diferencia de clases sociales. Pero aquello
no impidió que cayeran presos de un amor adolescente que no pudieron
confesarse antes de que la vida los separara. Años más tarde, en el
momento en el que Bell descubre que su marido la engaña con otra, Kennan
regresa. La vida de Bell se trastocará por completo: el recuerdo de su
amor de juventud vuelve con fuerza, aunque al mirar a los ojos a Kennan
no vea reflejado al dulce chico que la enamoró. Ella necesitará
averiguar qué le pasó, por qué ha cambiado tanto.
¿Conseguirá Bell que vuelva a latir el corazón del hombre que un día la amó con toda su alma?
¿Conseguirá Bell que vuelva a latir el corazón del hombre que un día la amó con toda su alma?
Cristabell vive en un complejo residencial de alta categoría, vamos, que toda la gente que vive allí tiene bastante dinero. Ella, después de la universidad se casó con Jarrod, y desde entonces vive con él. Pero ella no es feliz. No ama al hombre con el que está, éste no le permite trabajar, y por lo tanto ella se dedica a cuidar de la casa y ser una buena esposa. Es prácticamente un mueble más de su propia casa. Pero por si no fuera poco, sabe que Jarrod le es infiel, lo fue con su secretaria y no es la única con la que le ha puesto los cuernos.
El mundo que rodea la vida de Bell es un mundo de apariencias, ella tiene que ser la perfecta señora de Jarrod y no puede vestirse como le guste, si no que debe hacerlo como una señorita (nada de ir escotada o provocativa). Lo cierto es que siempre ha vivido allí. Ha sido manipulada desde pequeña para que ella sea la viva imagen de su madre y sea una persona decente. Pero ella está harta, quiere cambiar su vida, quiere trabajar pero su marido y sus padres no se lo ponen nada fácil.
Un día, ve a Kennan, el hijo del jefe de mantenimiento del complejo, un chico con el que solía jugar a escondidas de pequeña, porque eso sería dar mala apariencia según su madre. Ella estaba enamorada de él, y ambos tenían una buena relación. Pero Kennan ya no es el que era, él esta roto y no cree que pueda recomponerse. Y aunque la razón de la que haya vuelto de nuevo al complejo no sea Bell, sabe que tiene que tener cuidado o sus planes pueden torcerse. Las cicatrices de su cuerpo esconden un pasado y un capítulo de su vida que tiene que cerrar de una vez por todas para poder volver a sentir.
Lo cierto es que esta historia ha terminado sorprendiéndome para bien. Al principio de la lectura odiaba todo ese mundo, en serio me ponía de los nervios con la madre de Bell y cómo controlaba a su hija, y mientras Jarrod hacía lo que quería. Con kennan era la curiosidad por saber que le había pasado, porque aunque hace todo por darle a Bell lo que quiere, hay algo que esconde y que no es capaz de explicarle a Bell. Y cuando ya estaba por el 60-70% de la novela, pega un giro y a partir de ahí nada va a ser lo que pensabas. En serio, cuando yo pensaba que el responsable sería x persona, de repente cambia todo y se vuelve a poner patas arriba.
Creo que los personajes están bien definidos, y aunque odiarás a la madre de Bell, y puede que a Bell al principio por que no se ve capaz de lanzarse a la vida, es comprensible que sienta miedo cuando sus padres la amenazan con que si se va y deja a Jarrod, le congelan las cuentas y no puede llevarse nada que ellos tres le hayan comprado. También me ha gustado mucho Fiona, es una chica muy alegre y trabajadora que ayuda a Bell y se convierte en un gran apoyo para ella.
La trama me ha gustado mucho, está bien desarrollada y no deja nada colgando y ya os digo que os vais a sorprender varias veces.
En fin, recomiendo esta historia porque te hará pasar un buen rato, y te engancharás a leer para saber que va a ocurrir. El final no es para nada lo que esperas.
Y de esta novela he aprendido que las apariencias engañan, que por mucho que una persona te haga creer que es la persona más simpática o superficial, nadie sabe el tormento que vive dentro de ésta.
Os dejo unas líneas que subrayé y que me gustaron mucho:
Está claro que a veces solo vemos lo que queremos ver,
que no nos detenemos en mirar a las personas y
descubrir lo que esconden. Tenemos la verdad ante nuestros ojos,
pero nos es más fácil creer más lo que nos conviene.
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